¿Mitos y conceptos erróneos? ¡Conozca los hechos!
- LOS HORARIOS ESCOLARES SALUDABLES TIENEN SENTIDO DESDE EL PUNTO DE VISTA ECONÓMICO
- LOS CEREBROS Y CUERPOS DE LOS ADOLESCENTES EN CRECIMIENTO NECESITAN HORARIOS SALUDABLES PARA DESPERTARSE
- LA PREPARACIÓN DE LOS ADOLESCENTES PARA EL "MUNDO REAL" INCLUYE TENER UN SUEÑO SALUDABLE
- CUANDO LAS ESCUELAS EMPIEZAN LAS CLASES MÁS TARDE, EL HORARIO DE LOS ESTUDIANTES PARA ACOSTARSE SIGUE SIENDO EL MISMO
- TENER UN HORARIO SALUDABLE AL DESPERTAR ES IGUAL DE IMPORTANTE QUE LOS HORARIOS PARA DORMIR Y LOS DEMÁS HÁBITOS SANOS
- LOS NIÑOS DE TODAS LAS EDADES, INCLUYENDO A LOS ADOLESCENTES, NECESITAN UN HORARIO ESCOLAR QUE LES PERMITA ESTAR SANOS Y SALVOS
- CUANDO LAS ESCUELAS COMIENZAN SUS CLASES EN HORARIOS MÁS SALUDABLES, LAS ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES SE ADAPTAN Y PROSPERAN
- LOS ESTUDIANTES TIENEN TRABAJOS DESPUÉS DE LA ESCUELA SIN IMPORTAR LA HORA EN QUE ÉSTA COMIENCE (O TERMINE)
- AUNQUE LAS ESCUELAS LOCALES FIJAN LOS HORARIOS INDIVIDUALES, LAS NORMAS ESTATALES O FEDERALES PUEDEN GARANTIZAR QUE SEAN SEGUROS Y SALUDABLES
- LAS ESCUELAS ANTES DE LOS AÑOS 70 Y 80 NO EMPEZABAN TAN TEMPRANO en LA MAÑANA
- LOS HORARIOS DE INICIO DE CLASES MÁS TARDE NO SON PEORES PARA LOS PADRES QUE TRABAJAN QUE LOS HORARIOS ACTUALES.
- EL HORARIO DE INICIO DE LA ESCUELA INVOLUCRA MUCHO MÁS QUE BUENAS CALIFICACIONES
- LA VIDA DE LA COMUNIDAD (INCLUYENDO EL CUIDADO DE LOS NIÑOS) SE AJUSTA AL HORARIO ESCOLAR
- EL HORARIO DE ENTRADA A LA ESCUELA ES UNA CUESTIÓN DE JUSTICIA SOCIAL
- ¿EXISTE UNA LISTA DE CUÁNTOS DISTRITOS ESCOLARES HAN CAMBIADO LOS HORARIOS DE INICIO DE LAS CLASES?
LOS HORARIOS ESCOLARES SALUDABLES TIENEN SENTIDO DESDE EL PUNTO DE VISTA ECONÓMICO
Cada comunidad, grande o pequeña, puede encontrar muchas, a menudo cientos de formas de hacer que las escuelas funcionen en horarios más tardíos y saludables. Algunas de estas formas pueden implicar un cambio de ruta o la adición de autobuses, y a veces esto implicará gastos únicos o incluso recurrentes. No obstante, todas las comunidades que han considerado los horarios saludables como una prioridad han encontrado una forma de cambiar los horarios de forma rentable, independientemente de que haya que pagar nuevos autobuses. Las comunidades que han dado prioridad a la salud y el bienestar de los estudiantes han encontrado una variedad de soluciones creativas, a veces incluso ahorrando dinero en el proceso. A continuación se exponen algunos ejemplos:
Existen otras soluciones innovadoras, como por ejemplo:
Cada comunidad, grande o pequeña, puede encontrar muchas, a menudo cientos de formas de hacer que las escuelas funcionen en horarios más tardíos y saludables. Algunas de estas formas pueden implicar un cambio de ruta o la adición de autobuses, y a veces esto implicará gastos únicos o incluso recurrentes. No obstante, todas las comunidades que han considerado los horarios saludables como una prioridad han encontrado una forma de cambiar los horarios de forma rentable, independientemente de que haya que pagar nuevos autobuses. Las comunidades que han dado prioridad a la salud y el bienestar de los estudiantes han encontrado una variedad de soluciones creativas, a veces incluso ahorrando dinero en el proceso. A continuación se exponen algunos ejemplos:
Existen otras soluciones innovadoras, como por ejemplo:
- El Distrito Escolar del condado de Santa Rosa en Florida, ahorró millones cuando cambió el horario de inicio de las clases en 2006. Las escuelas secundarias comienzan entre las 9 y las 9:25 a.m. Las escuelas primarias comienzan a las 7:30 a.m. Este es un sistema de escuelas públicas de Florida muy bien clasificado con equipos deportivos competitivos (¡campeón de fútbol americano a nivel de distrito!).
- El Distrito Escolar de Wilton en Connecticut, mantuvo su horario de autobuses de tres niveles (que generalmente se considera que ahorra dinero), y logró una hora de inicio más adecuada para los adolescentes al intercambiar el inicio de las clases de los últimos años de primaria a las 8:15 a. m., con el inicio de las clases de la escuela media/secundaria a las 7:35 a. m.
- Las escuelas del condado de Moore, en Carolina del Norte, crearon en 2009 un sistema de autobuses de doble ruta en el que las escuelas primarias y secundarias comparten autobuses en rutas separadas. Los funcionarios escolares estiman que los cambios ahorran unos $700.000 al año. El plan cambió la hora de inicio de las escuelas secundarias 45 minutos más tarde, con el inicio de las clases a las 9 de la mañana y la salida a las 4 de la tarde.
- El Distrito Escolar de West Des Moines, en Iowa, encontró una forma de iniciar las escuelas secundarias más tarde, reduciendo el número de autobuses necesarios, lo que supuso un ahorro de $700.000 dólares anuales para el distrito.
- En el Distrito escolar de Mahtomedi en Minnesota, las escuelas secundarias encontraron la manera de empezar las clases 35 minutos más tarde al reducir los periodos entre clases, otra solución sin costo alguno. Una ventaja adicional: no afecta las actividades extraescolares, mejora la asistencia y los estudiantes se duermen menos en clase.
- El condado de Jessamine, en Kentucky, cambió la hora de inicio de las escuelas secundarias de las 7:30 a las 8:30 a.m., sin necesidad de aumentar el número de conductores de autobuses. Las escuelas de enseñanza media comienzan ahora a las 8:50 a.m. y las escuelas primarias a las 8 a.m.
- El Condado de Arlington, en Virginia, modificó la hora de inicio de las clases en las escuelas secundarias de 7:30 a.m. a 8:19 a.m. sin aumentar los gastos de recursos.
- Las escuelas públicas del condado de Fairfax, en Virginia, han contado con opciones de bajo costo y sin costo para modificar el horario de inicio de las escuelas secundarias a las 8:00 a.m. o más tarde, por parte de un consultor independiente. En el otoño de 2014 eligieron un plan que costaba $4,9 millones de dólares, un costo que equivale a unos 27 centavos por estudiante.
- Todas las escuelas públicas de Ohio que cambiaron a un horario de inicio de clases más tarde debido a la investigación sobre el sueño (con excepción de Parma, que lo hizo principalmente para ahorrar dinero), lo hicieron sin costo alguno o, en algunos casos, con un ahorro de costos.
- Consolidar el transporte en autobús para ofrecer un servicio más eficiente en los lugares donde realmente se utiliza.
- Proporcionar aceras, caminos más seguros y pasarelas peatonales para que más estudiantes puedan ir a la escuela a pie o en bicicleta durante las horas del día.
- Permitir períodos de clase en línea o el "aprendizaje virtual".
- Ofrecer un servicio de autobús opcional, en el que los usuarios paguen por el servicio de autobús.
- Sustituir el servicio de autobús privado por el transporte público.
- El estudio indicó que retrasar la hora de inicio de las clases a las 8:30 de la mañana es una estrategia rentable a nivel demográfico que podría tener un impacto significativo en la salud pública y en la economía de los Estados Unidos.
- El estudio indicó que los beneficios de retrasar el horario de entrada superan en gran medida los costos inmediatos. Incluso después de solo dos años, el estudio proyecta una ganancia económica de $8.600 millones para la economía de los Estados Unidos, lo cual ya superaría los costos por estudiante de retrasar la hora de inicio de clases a las 8:30 a.m.
- Al cabo de una década, el estudio demostró que retrasar la hora de inicio de las escuelas aportaría $83.000 millones de dólares a la economía estadounidense, cifra que aumentaría a $140.000 millones después de 15 años. Durante el periodo de 15 años examinado por el estudio, la ganancia promedio anual para la economía estadounidense sería de unos $9.300 millones de dólares cada año.
- En las proyecciones de costo-beneficio del estudio, se adoptó un enfoque conservador que no incluía otros efectos de la falta de sueño, como el aumento de las tasas de suicidio, el incremento de la obesidad y los problemas de salud mental, todos ellos difíciles de cuantificar con precisión. Por lo tanto, es probable que los beneficios económicos reportados por el retraso de la hora de inicio de las clases puedan ser aún mayores en muchos estados de los Estados Unidos.
LOS CEREBROS Y CUERPOS DE LOS ADOLESCENTES EN CRECIMIENTO NECESITAN HORARIOS SALUDABLES PARA DESPERTARSE
Exigir que las escuelas secundarias comiencen después de las 8:30 o 9:00 a.m. no significa que se esté consintiendo a los niños más que al instalar asientos de seguridad en los automóviles o al eliminar el hábito de fumar en lugares públicos. Estas últimas intervenciones inicialmente se percibían como inapropiadas e innecesarias, pero, con las nuevas investigaciones, pasaron a considerarse como medidas de salud pública de primer orden. En la actualidad existen numerosas evidencias que demuestran que tomar medidas para garantizar un horario escolar seguro y saludable no supone ninguna diferencia.
Se puede decir que los niños son "consentidos" cuando un padre o cuidador les da algo que realmente no necesitan sólo para calmarlos. El hecho de garantizar unas condiciones que les permitan dormir lo suficiente no entra en esta categoría. El sueño es tan necesario como la nutrición y el ejercicio. Los horarios escolares con inicio de clases temprano impiden que muchos, si no la mayoría de los estudiantes adolescentes, duerman lo suficiente. Es preciso preguntarse por qué parece aceptable, incluso admirable, asegurar que los niños tengan actividad física y suficiente comida, pero de alguna manera resulta complaciente asegurar que duerman lo suficiente.
Exigir que las escuelas secundarias comiencen después de las 8:30 o 9:00 a.m. no significa que se esté consintiendo a los niños más que al instalar asientos de seguridad en los automóviles o al eliminar el hábito de fumar en lugares públicos. Estas últimas intervenciones inicialmente se percibían como inapropiadas e innecesarias, pero, con las nuevas investigaciones, pasaron a considerarse como medidas de salud pública de primer orden. En la actualidad existen numerosas evidencias que demuestran que tomar medidas para garantizar un horario escolar seguro y saludable no supone ninguna diferencia.
Se puede decir que los niños son "consentidos" cuando un padre o cuidador les da algo que realmente no necesitan sólo para calmarlos. El hecho de garantizar unas condiciones que les permitan dormir lo suficiente no entra en esta categoría. El sueño es tan necesario como la nutrición y el ejercicio. Los horarios escolares con inicio de clases temprano impiden que muchos, si no la mayoría de los estudiantes adolescentes, duerman lo suficiente. Es preciso preguntarse por qué parece aceptable, incluso admirable, asegurar que los niños tengan actividad física y suficiente comida, pero de alguna manera resulta complaciente asegurar que duerman lo suficiente.
LA PREPARACIÓN DE LOS ADOLESCENTES PARA EL "MUNDO REAL" INCLUYE TENER UN SUEÑO SALUDABLE
Aunque muchas personas parezcan pensar lo contrario, los adolescentes siguen siendo niños, y en estado de crecimiento. Aún no son adultos, y sus cerebros y cuerpos en crecimiento necesitan un promedio de 8,5 a 9,25 horas de sueño por noche. Muchos adolescentes simplemente no pueden dormirse antes de las 11 de la noche, debido a los cambios en los ritmos circadianos (relojes corporales). Es cierto que la mala planificación, las distracciones electrónicas y de otro tipo, y las deficiencias en la crianza de los hijos pueden contribuir al problema, pero el hecho de que estos cambios en el ritmo circadiano aparezcan tanto en los mamíferos adolescentes como en los seres humanos adolescentes sugiere que hay algo más que irresponsabilidad en este asunto.
No es una cuestión de voluntad. Es una cuestión de biología. El hecho de permitir que los adolescentes conduzcan sin dormir lo suficiente para enseñarles a ser responsables se puede comparar con el hecho de dar a un conductor borracho las llaves de su vehículo y esperar que sea responsable al respecto. Y simplemente porque algo deba hacerse en un momento posterior de la vida no significa que sea apropiado hacerlo antes. Pedir a los adolescentes que se priven del sueño para "prepararse" para el mundo real es como pedir a los niños pequeños que se salten las siestas para prepararse para el quinto grado.
La escuela secundaria también tiene algunas diferencias muy significativas con la universidad, el servicio militar o el empleo. Muy pocas universidades empiezan las clases antes de las 8 de la mañana, y la mayoría de las universidades dan a los estudiantes la opción de elegir clases que empiecen más tarde en el día. Tampoco hay muchos trabajos cuyo horario sea de 7 de la mañana a las 2 de la tarde, ni que impliquen hacer cálculos a las 7 de la mañana o volver a casa con varias horas de trabajo o deberes cada noche. Además, la mayoría de las personas tienen cierto grado de elección respecto a los horarios que cumplen cuando son adultos. Los estudiantes de escuela media y secundaria están obligados por ley a cumplir con los horarios establecidos por sus sistemas escolares, a menos que tengan los medios para educarse en casa o asistir a una escuela privada.
El "mundo real" es un lugar diverso, con horas y horarios que varían mucho de una persona a otra, de un trabajo a otro y de un estilo de vida a otro. Ninguno de estos "mundos reales" es exactamente como el de un estudiante de secundaria, ni es necesario despertarse extremadamente temprano durante toda la escuela media y secundaria sólo porque podrías tener que despertarte temprano o elegir hacerlo, años más tarde. No es necesario prepararse para la privación del sueño. Para ver un comentario humorístico sobre lo que REALMENTE se necesita para "preparar" a los estudiantes para el "mundo real", revise este comentario (advertencia: lenguaje para adultos):
The Real World - Swankington.
Aunque muchas personas parezcan pensar lo contrario, los adolescentes siguen siendo niños, y en estado de crecimiento. Aún no son adultos, y sus cerebros y cuerpos en crecimiento necesitan un promedio de 8,5 a 9,25 horas de sueño por noche. Muchos adolescentes simplemente no pueden dormirse antes de las 11 de la noche, debido a los cambios en los ritmos circadianos (relojes corporales). Es cierto que la mala planificación, las distracciones electrónicas y de otro tipo, y las deficiencias en la crianza de los hijos pueden contribuir al problema, pero el hecho de que estos cambios en el ritmo circadiano aparezcan tanto en los mamíferos adolescentes como en los seres humanos adolescentes sugiere que hay algo más que irresponsabilidad en este asunto.
No es una cuestión de voluntad. Es una cuestión de biología. El hecho de permitir que los adolescentes conduzcan sin dormir lo suficiente para enseñarles a ser responsables se puede comparar con el hecho de dar a un conductor borracho las llaves de su vehículo y esperar que sea responsable al respecto. Y simplemente porque algo deba hacerse en un momento posterior de la vida no significa que sea apropiado hacerlo antes. Pedir a los adolescentes que se priven del sueño para "prepararse" para el mundo real es como pedir a los niños pequeños que se salten las siestas para prepararse para el quinto grado.
La escuela secundaria también tiene algunas diferencias muy significativas con la universidad, el servicio militar o el empleo. Muy pocas universidades empiezan las clases antes de las 8 de la mañana, y la mayoría de las universidades dan a los estudiantes la opción de elegir clases que empiecen más tarde en el día. Tampoco hay muchos trabajos cuyo horario sea de 7 de la mañana a las 2 de la tarde, ni que impliquen hacer cálculos a las 7 de la mañana o volver a casa con varias horas de trabajo o deberes cada noche. Además, la mayoría de las personas tienen cierto grado de elección respecto a los horarios que cumplen cuando son adultos. Los estudiantes de escuela media y secundaria están obligados por ley a cumplir con los horarios establecidos por sus sistemas escolares, a menos que tengan los medios para educarse en casa o asistir a una escuela privada.
El "mundo real" es un lugar diverso, con horas y horarios que varían mucho de una persona a otra, de un trabajo a otro y de un estilo de vida a otro. Ninguno de estos "mundos reales" es exactamente como el de un estudiante de secundaria, ni es necesario despertarse extremadamente temprano durante toda la escuela media y secundaria sólo porque podrías tener que despertarte temprano o elegir hacerlo, años más tarde. No es necesario prepararse para la privación del sueño. Para ver un comentario humorístico sobre lo que REALMENTE se necesita para "preparar" a los estudiantes para el "mundo real", revise este comentario (advertencia: lenguaje para adultos):
The Real World - Swankington.
CUANDO LAS ESCUELAS EMPIEZAN LAS CLASES MÁS TARDE, EL HORARIO DE LOS ESTUDIANTES PARA ACOSTARSE SIGUE SIENDO EL MISMO
Cuando las escuelas empiezan las clases más tarde, los estudiantes duermen más. Y, a diferencia de lo que se esperaba, la hora de acostarse suele ser la misma. Un poco más de tiempo por la mañana marca la diferencia. El estudio de Kyla Wahlstrom de la Universidad de Minnesota, que marcó un precedente, demostró que si se cambiaba la hora de inicio de las clases de las 7:15 a las 8:40 a.m., los adolescentes dormían una hora más que los estudiantes de las escuelas secundarias con horarios de inicio más temprano, sin prácticamente ningún cambio en la hora de acostarse. Varios estudios posteriores han constatado lo mismo: cuando las escuelas cambian a horarios de inicio de clases más tarde, los estudiantes duermen más por noche de escuela porque se acuestan a la misma hora o cerca de la misma hora cada noche y pueden levantarse más tarde por la mañana. Además, los datos recientes de más de 62.000 adolescentes de los Estados Unidos reportados en la revista Scientific American confirman que los adolescentes cuyas escuelas comienzan las clases más tarde, duermen más. Un estudio de 2018 de adolescentes de Seattle cuyas escuelas pasaron de las 7:50 a las 8:45 de la mañana encontró lo mismo. Las citas completas y una discusión sobre este tema se pueden consultar aquí. Por supuesto, una hora de inicio más tarde no garantiza que los estudiantes duerman más. Los estudiantes deben seguir prácticas de sueño saludables, incluyendo la elección de una hora razonable para acostarse, y se están acumulando pruebas que demuestran que las escuelas que cambian sus horarios de inicio de clases junto con un programa de educación sobre el sueño tienen más probabilidades de obtener mejores resultados. Sin embargo, es importante recordar que, en las condiciones actuales, la mayoría de los estudiantes no pueden dormir lo suficiente, independientemente de sus hábitos de sueño. Aunque la modificación de los horarios de inicio de clases no garantiza que la mayoría de los estudiantes duerman lo suficiente, no hacerlo es una garantía de que la mayoría no lo hará.
Porcentaje de estudiantes de secundaria que han dormido por lo menos 8 horas por noche cuando empiezan las clases
Hora de inicio de las escuelas
7:30 am
7:35 am
8:00 am
8:05 am
8:20 am
8:35 am
8:35 am
8:35 am
8:35 am
8:55 am
Tamaño de la muestra
333
446
1379
884
1353
902
1249
960
1407
459
>8 horas de sueño nocturno
33.6%
44.2%
44.5%
49.7%
42.5%
49.8%
57.0%
58.9%
60.0%
66.2%
Los datos de este amplio estudio realizado en varios estados acerca de las escuelas que retrasan el inicio de las clases demuestran que los adolescentes afectados no se acuestan más tarde después de cambiar la hora de inicio de las clases. Por el contrario, se acuestan más o menos a la misma hora y, por tanto, duermen mucho más que cuando las clases empezaban más temprano (Wahlstrom, 2014).
Cuando las escuelas empiezan las clases más tarde, los estudiantes duermen más. Y, a diferencia de lo que se esperaba, la hora de acostarse suele ser la misma. Un poco más de tiempo por la mañana marca la diferencia. El estudio de Kyla Wahlstrom de la Universidad de Minnesota, que marcó un precedente, demostró que si se cambiaba la hora de inicio de las clases de las 7:15 a las 8:40 a.m., los adolescentes dormían una hora más que los estudiantes de las escuelas secundarias con horarios de inicio más temprano, sin prácticamente ningún cambio en la hora de acostarse. Varios estudios posteriores han constatado lo mismo: cuando las escuelas cambian a horarios de inicio de clases más tarde, los estudiantes duermen más por noche de escuela porque se acuestan a la misma hora o cerca de la misma hora cada noche y pueden levantarse más tarde por la mañana. Además, los datos recientes de más de 62.000 adolescentes de los Estados Unidos reportados en la revista Scientific American confirman que los adolescentes cuyas escuelas comienzan las clases más tarde, duermen más. Un estudio de 2018 de adolescentes de Seattle cuyas escuelas pasaron de las 7:50 a las 8:45 de la mañana encontró lo mismo. Las citas completas y una discusión sobre este tema se pueden consultar aquí. Por supuesto, una hora de inicio más tarde no garantiza que los estudiantes duerman más. Los estudiantes deben seguir prácticas de sueño saludables, incluyendo la elección de una hora razonable para acostarse, y se están acumulando pruebas que demuestran que las escuelas que cambian sus horarios de inicio de clases junto con un programa de educación sobre el sueño tienen más probabilidades de obtener mejores resultados. Sin embargo, es importante recordar que, en las condiciones actuales, la mayoría de los estudiantes no pueden dormir lo suficiente, independientemente de sus hábitos de sueño. Aunque la modificación de los horarios de inicio de clases no garantiza que la mayoría de los estudiantes duerman lo suficiente, no hacerlo es una garantía de que la mayoría no lo hará.
Porcentaje de estudiantes de secundaria que han dormido por lo menos 8 horas por noche cuando empiezan las clases
Hora de inicio de las escuelas
7:30 am
7:35 am
8:00 am
8:05 am
8:20 am
8:35 am
8:35 am
8:35 am
8:35 am
8:55 am
Tamaño de la muestra
333
446
1379
884
1353
902
1249
960
1407
459
>8 horas de sueño nocturno
33.6%
44.2%
44.5%
49.7%
42.5%
49.8%
57.0%
58.9%
60.0%
66.2%
Los datos de este amplio estudio realizado en varios estados acerca de las escuelas que retrasan el inicio de las clases demuestran que los adolescentes afectados no se acuestan más tarde después de cambiar la hora de inicio de las clases. Por el contrario, se acuestan más o menos a la misma hora y, por tanto, duermen mucho más que cuando las clases empezaban más temprano (Wahlstrom, 2014).
TENER UN HORARIO SALUDABLE AL DESPERTAR ES IGUAL DE IMPORTANTE QUE LOS HORARIOS PARA DORMIR Y LOS DEMÁS HÁBITOS SANOS
No hay duda de que el sueño de los estudiantes puede mejorar si se reduce la exposición a las distracciones, como la televisión, los teléfonos móviles y las computadoras, y si se siguen otros principios básicos de hábitos de sueño saludables. No obstante, las investigaciones sobre el sueño demuestran que ni siquiera los adolescentes con unos "hábitos de sueño" perfectos pueden dormir lo suficiente si tienen que levantarse a tiempo para empezar clases a las 7 de la mañana o incluso antes para tomar los autobuses más temprano. Esto se debe a que en general no pueden dormirse antes de las 11 de la noche, hora en la que la mayoría de los adolescentes y jóvenes empiezan a producir suficiente melatonina, la hormona que se considera que ayuda a regular el sueño.
Los adolescentes necesitan un promedio de 8,5 a 9,25 horas de sueño por noche, lo cual es más de lo que necesitan la mayoría de los adultos. Para que un adolescente duerma lo suficiente para empezar la escuela a las 7:00 a.m. o para despertarse a las 5:30 a.m., tendría que estar en la cama y profundamente dormido a las 8:30 p.m. Dejando de lado los deberes, las actividades extracurriculares y los aparatos electrónicos, esta hora de acostarse va en contra de la composición natural y biológica de la mayor parte de los estudiantes de secundaria. Debido al cambio de horario en el que los cerebros de los adolescentes producen melatonina, incluso los planes mejor elaborados suelen dar lugar a que el adolescente se quede mirando al techo hasta mucho después de las 11 de la noche.
El siguiente gráfico describe la forma en que el inicio de las clases temprano está, a propósito, creando una nación de adolescentes privados de sueño.
Presiones fisiológicas y sociales que resultan en un tiempo total de sueño restringido
La crisis del sueño de los adolescentes, de "Snooze or Lose", de la Dra. Helene Emssellem.
No hay duda de que el sueño de los estudiantes puede mejorar si se reduce la exposición a las distracciones, como la televisión, los teléfonos móviles y las computadoras, y si se siguen otros principios básicos de hábitos de sueño saludables. No obstante, las investigaciones sobre el sueño demuestran que ni siquiera los adolescentes con unos "hábitos de sueño" perfectos pueden dormir lo suficiente si tienen que levantarse a tiempo para empezar clases a las 7 de la mañana o incluso antes para tomar los autobuses más temprano. Esto se debe a que en general no pueden dormirse antes de las 11 de la noche, hora en la que la mayoría de los adolescentes y jóvenes empiezan a producir suficiente melatonina, la hormona que se considera que ayuda a regular el sueño.
Los adolescentes necesitan un promedio de 8,5 a 9,25 horas de sueño por noche, lo cual es más de lo que necesitan la mayoría de los adultos. Para que un adolescente duerma lo suficiente para empezar la escuela a las 7:00 a.m. o para despertarse a las 5:30 a.m., tendría que estar en la cama y profundamente dormido a las 8:30 p.m. Dejando de lado los deberes, las actividades extracurriculares y los aparatos electrónicos, esta hora de acostarse va en contra de la composición natural y biológica de la mayor parte de los estudiantes de secundaria. Debido al cambio de horario en el que los cerebros de los adolescentes producen melatonina, incluso los planes mejor elaborados suelen dar lugar a que el adolescente se quede mirando al techo hasta mucho después de las 11 de la noche.
El siguiente gráfico describe la forma en que el inicio de las clases temprano está, a propósito, creando una nación de adolescentes privados de sueño.
Presiones fisiológicas y sociales que resultan en un tiempo total de sueño restringido
La crisis del sueño de los adolescentes, de "Snooze or Lose", de la Dra. Helene Emssellem.
LOS NIÑOS DE TODAS LAS EDADES, INCLUYENDO A LOS ADOLESCENTES, NECESITAN UN HORARIO ESCOLAR QUE LES PERMITA ESTAR SANOS Y SALVOS
En la actualidad, muchos sistemas escolares comienzan primero con las escuelas secundarias y luego recirculan los autobuses dos o tres veces para transportar a los estudiantes de las escuelas medias y primarias para que lleguen a la escuela más tarde en la mañana - un enfoque eficiente y de ahorro de gastos. Con frecuencia se sugiere que se intercambien los horarios de las escuelas secundarias y primarias para que las escuelas secundarias puedan empezar más tarde sin ningún gasto adicional. Estas propuestas suelen suscitar una enorme protesta pública por el peligro que supone tener a los estudiantes de grado primero esperando los autobuses a las 6 de la mañana.
Lo que se pasa por alto en estos reclamos es que también es inseguro tener a chicas de 15 años solas en las esquinas oscuras a las 6 de la mañana o enviar a los nuevos conductores adolescentes privados de sueño a las carreteras a esa hora. Un estudio de 2011, por ejemplo, descubrió que la tasa de accidentes entre semana en los estudiantes de secundaria en Virginia Beach, donde las clases empezaban a las 7:20-7:25 de la mañana, era significativamente mayor que en la ciudad cercana de Chesapeake, en Virginia, donde las clases empezaban a las 8:40-8:45 a.m. Otro estudio realizado en el condado de Fayette, en Kentucky, relacionó el cambio a una hora más tarde de inicio de las clases en la escuela secundaria con un descenso en la tasa de accidentes de tráfico de los adolescentes.
No es seguro para ningún niño, ni siquiera para un estudiante de secundaria, caminar hasta la escuela o esperar los autobuses en la oscuridad. La edad no contribuye a que los peatones sean más visibles para los conductores. Los departamentos de transporte deberían esforzarse por organizar los recorridos de los autobuses y los horarios de inicio de las clases para mantener la seguridad de TODOS los estudiantes, no sólo de los más jóvenes. Las siguientes historias señalan tragedias que podrían haberse evitado con una hora de inicio de clases más tarde. El costo de seguir ignorando los riesgos de seguridad con los horarios de inicio de clases temprano es un alto precio a pagar. A continuación se presenta solo una muestra de incidentes de seguridad:
En Cary, Carolina del Norte, un niño de 12 años fue atropellado antes de las 7:00 a.m. en su parada de autobús. Una niña de 13 años en Fall River, Massachusetts, fue atropellada cerca de su parada de autobús a las 6:23 a.m. Y más recientemente, una niña de 9 años fue atropellada y murió en Westwood, Ohio, en la oscuridad de la madrugada mientras esperaba su autobús.
Además, las primeras horas de la mañana suponen otros riesgos para los niños. En Fairfax, Virginia, una niña de 15 años fue agredida sexualmente mientras esperaba en la parada del autobús escolar a las 6:20 de la mañana.
En octubre de 2012, una estudiante de 16 años murió al intentar ir caminando a su escuela secundaria en Germantown, Maryland, en un día nublado.
En diciembre de 2012, un estudiante que intentaba llegar a la escuela en Laurel, Maryland, durante las horas previas al amanecer, fue asesinado. Se trata de la tercera víctima mortal de un estudiante en la escuela secundaria de Fort Meade, en el condado de Anne Arundel, durante el año escolar.
En marzo de 2013, un estudiante fue atropellado y resultó lesionado por un vehículo mientras caminaba hacia la escuela a primera hora de la mañana en Watkins Mill, Maryland. Un hombre de 55 años murió en Gaithersburg, Maryland, atropellado por un autobús escolar que circulaba por una intersección muy transitada a las 6:30 de la mañana, solo una semana después.
En abril de 2013, un estudiante del área de Houston, Texas, fue atropellado y murió de camino a la escuela en una mañana oscura.
Un estudiante de Florida fue atropellado y murió en agosto de 2013 al dirigirse a la escuela a las 6:20 de la mañana.
Un estudiante de Charlotte, Carolina del Norte, fue atropellado por un vehículo en septiembre de 2013 mientras esperaba su autobús escolar a las 6:15 de la mañana. Mientras que ese estudiante solo sufrió heridas leves, otro estudiante de secundaria murió mientras se desplazaba durante las horas previas al amanecer en el oeste del condado de Rowan, Carolina del Norte, en octubre de 2013.
En octubre de 2018, cuatro estudiantes que esperaban un autobús a las 7:00 de la mañana en Aspen Hill, Maryland, fueron atropellados por un vehículo, y uno de ellos sufrió lesiones que pusieron en peligro su vida.
El hecho de garantizar la seguridad de nuestros hijos y de los demás al eliminar las paradas de autobús temprano, en la oscuridad, inseguras y las rutas para caminar deben convertirse en una prioridad más que el gasto de los recorridos de los autobuses.
En la actualidad, muchos sistemas escolares comienzan primero con las escuelas secundarias y luego recirculan los autobuses dos o tres veces para transportar a los estudiantes de las escuelas medias y primarias para que lleguen a la escuela más tarde en la mañana - un enfoque eficiente y de ahorro de gastos. Con frecuencia se sugiere que se intercambien los horarios de las escuelas secundarias y primarias para que las escuelas secundarias puedan empezar más tarde sin ningún gasto adicional. Estas propuestas suelen suscitar una enorme protesta pública por el peligro que supone tener a los estudiantes de grado primero esperando los autobuses a las 6 de la mañana.
Lo que se pasa por alto en estos reclamos es que también es inseguro tener a chicas de 15 años solas en las esquinas oscuras a las 6 de la mañana o enviar a los nuevos conductores adolescentes privados de sueño a las carreteras a esa hora. Un estudio de 2011, por ejemplo, descubrió que la tasa de accidentes entre semana en los estudiantes de secundaria en Virginia Beach, donde las clases empezaban a las 7:20-7:25 de la mañana, era significativamente mayor que en la ciudad cercana de Chesapeake, en Virginia, donde las clases empezaban a las 8:40-8:45 a.m. Otro estudio realizado en el condado de Fayette, en Kentucky, relacionó el cambio a una hora más tarde de inicio de las clases en la escuela secundaria con un descenso en la tasa de accidentes de tráfico de los adolescentes.
No es seguro para ningún niño, ni siquiera para un estudiante de secundaria, caminar hasta la escuela o esperar los autobuses en la oscuridad. La edad no contribuye a que los peatones sean más visibles para los conductores. Los departamentos de transporte deberían esforzarse por organizar los recorridos de los autobuses y los horarios de inicio de las clases para mantener la seguridad de TODOS los estudiantes, no sólo de los más jóvenes. Las siguientes historias señalan tragedias que podrían haberse evitado con una hora de inicio de clases más tarde. El costo de seguir ignorando los riesgos de seguridad con los horarios de inicio de clases temprano es un alto precio a pagar. A continuación se presenta solo una muestra de incidentes de seguridad:
En Cary, Carolina del Norte, un niño de 12 años fue atropellado antes de las 7:00 a.m. en su parada de autobús. Una niña de 13 años en Fall River, Massachusetts, fue atropellada cerca de su parada de autobús a las 6:23 a.m. Y más recientemente, una niña de 9 años fue atropellada y murió en Westwood, Ohio, en la oscuridad de la madrugada mientras esperaba su autobús.
Además, las primeras horas de la mañana suponen otros riesgos para los niños. En Fairfax, Virginia, una niña de 15 años fue agredida sexualmente mientras esperaba en la parada del autobús escolar a las 6:20 de la mañana.
En octubre de 2012, una estudiante de 16 años murió al intentar ir caminando a su escuela secundaria en Germantown, Maryland, en un día nublado.
En diciembre de 2012, un estudiante que intentaba llegar a la escuela en Laurel, Maryland, durante las horas previas al amanecer, fue asesinado. Se trata de la tercera víctima mortal de un estudiante en la escuela secundaria de Fort Meade, en el condado de Anne Arundel, durante el año escolar.
En marzo de 2013, un estudiante fue atropellado y resultó lesionado por un vehículo mientras caminaba hacia la escuela a primera hora de la mañana en Watkins Mill, Maryland. Un hombre de 55 años murió en Gaithersburg, Maryland, atropellado por un autobús escolar que circulaba por una intersección muy transitada a las 6:30 de la mañana, solo una semana después.
En abril de 2013, un estudiante del área de Houston, Texas, fue atropellado y murió de camino a la escuela en una mañana oscura.
Un estudiante de Florida fue atropellado y murió en agosto de 2013 al dirigirse a la escuela a las 6:20 de la mañana.
Un estudiante de Charlotte, Carolina del Norte, fue atropellado por un vehículo en septiembre de 2013 mientras esperaba su autobús escolar a las 6:15 de la mañana. Mientras que ese estudiante solo sufrió heridas leves, otro estudiante de secundaria murió mientras se desplazaba durante las horas previas al amanecer en el oeste del condado de Rowan, Carolina del Norte, en octubre de 2013.
En octubre de 2018, cuatro estudiantes que esperaban un autobús a las 7:00 de la mañana en Aspen Hill, Maryland, fueron atropellados por un vehículo, y uno de ellos sufrió lesiones que pusieron en peligro su vida.
El hecho de garantizar la seguridad de nuestros hijos y de los demás al eliminar las paradas de autobús temprano, en la oscuridad, inseguras y las rutas para caminar deben convertirse en una prioridad más que el gasto de los recorridos de los autobuses.
CUANDO LAS ESCUELAS COMIENZAN SUS CLASES EN HORARIOS MÁS SALUDABLES, LAS ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES SE ADAPTAN Y PROSPERAN
Las escuelas empiezan y terminan a horas muy diferentes en todo el país (y en el mundo). Ya sea que salgan a la 1:40 p.m. o a las 3:30 p.m., las escuelas logran mantener los deportes y otras actividades extracurriculares. Cuando las comunidades cambian su horario escolar, toda la comunidad se ajusta a ello. Esto es justamente lo que ocurrió cuando muchas escuelas adelantaron el horario de entrada en la década de 1980. El hecho de que ahora algo se haga de una manera determinada no significa que sea la única, o la mejor, manera de hacer las cosas.
Las evidencias lo confirman: empezar las clases después de las 8:30 de la mañana no perjudica, e incluso puede favorecer, el rendimiento extraescolar. He aquí algunos ejemplos del mundo del deporte:
Nada de esto tiene en cuenta los beneficios potenciales para los deportistas (¡o para cualquiera!) de dormir lo suficiente. Un estudio de la Universidad de Stanford, publicado en marzo de 2011, descubrió que los deportistas que duermen más se desempeñan mejor, y un estudio de 2014 publicado en el Journal of Paediatric Orthopaedics demostró que los jóvenes deportistas de competencias que dormían ocho o más horas cada noche tenían un 68% menos de probabilidades de lesionarse que los deportistas que regularmente dormían menos. Esta es una de las razones por las que los entrenadores de las escuelas que han retrasado la jornada escolar tienen opiniones sorprendentemente positivas acerca del cambio.
Pérdida de sueño y lesiones deportivas en los adolescentes
Gráfico tomado de Matthew Walker. Why We Sleep. Nueva York: Scribner, 2017.
Las escuelas empiezan y terminan a horas muy diferentes en todo el país (y en el mundo). Ya sea que salgan a la 1:40 p.m. o a las 3:30 p.m., las escuelas logran mantener los deportes y otras actividades extracurriculares. Cuando las comunidades cambian su horario escolar, toda la comunidad se ajusta a ello. Esto es justamente lo que ocurrió cuando muchas escuelas adelantaron el horario de entrada en la década de 1980. El hecho de que ahora algo se haga de una manera determinada no significa que sea la única, o la mejor, manera de hacer las cosas.
Las evidencias lo confirman: empezar las clases después de las 8:30 de la mañana no perjudica, e incluso puede favorecer, el rendimiento extraescolar. He aquí algunos ejemplos del mundo del deporte:
- Después de que Wilton, Connecticut, retrasara la hora de inicio de las clases, la escuela ganó varios campeonatos estatales.
- El condado de Loudon, en Virginia, cuenta con un programa de fútbol femenino y de fútbol americano de primera categoría, con deportistas que obtienen becas deportivas. La hora de inicio de las clases en las escuelas secundarias de Loudoun es a las 9:00 a.m.
- Las horas de inicio de las escuelas secundarias de los integrantes del Equipo de Fútbol Americano de Parade demuestran que la excelencia deportiva es posible independientemente de la hora de inicio de las escuelas. Veinte de los deportistas estrella van a escuelas que empiezan a las 8:00 a.m. o más tarde. 13 deportistas comienzan antes de las 8:00 a.m. Los 13 deportistas restantes no tenían horarios de inicio de clases disponibles.
Nada de esto tiene en cuenta los beneficios potenciales para los deportistas (¡o para cualquiera!) de dormir lo suficiente. Un estudio de la Universidad de Stanford, publicado en marzo de 2011, descubrió que los deportistas que duermen más se desempeñan mejor, y un estudio de 2014 publicado en el Journal of Paediatric Orthopaedics demostró que los jóvenes deportistas de competencias que dormían ocho o más horas cada noche tenían un 68% menos de probabilidades de lesionarse que los deportistas que regularmente dormían menos. Esta es una de las razones por las que los entrenadores de las escuelas que han retrasado la jornada escolar tienen opiniones sorprendentemente positivas acerca del cambio.
Pérdida de sueño y lesiones deportivas en los adolescentes
Gráfico tomado de Matthew Walker. Why We Sleep. Nueva York: Scribner, 2017.
LOS ESTUDIANTES TIENEN TRABAJOS DESPUÉS DE LA ESCUELA SIN IMPORTAR LA HORA EN QUE ÉSTA COMIENCE (O TERMINE)
Las escuelas empiezan y terminan a muchas horas diferentes en los Estados Unidos, y en todo el mundo, y las comunidades se adaptan a estos horarios, y no al contrario. Incluso si empezar el día más tarde significa que los estudiantes salgan a las 3 o 3:30 o incluso a las 4 de la tarde, aun así, queda mucho tiempo para trabajar después de la escuela. Muy pocos adolescentes empiezan a trabajar antes de esas horas. La mayoría trabaja en las últimas horas de la tarde, las primeras horas de la noche y los fines de semana, ya sea que la escuela termine a la 1:45 p.m. o a las 4:30 p.m. Incluso los pocos empleadores que aprovechaban las salidas de los estudiantes a las 2 p.m. quizás tengan que cambiar un poco los horarios de trabajo, pero es algo que hacen por necesidad si quieren mantener su fuerza laboral.
El hecho de que los adolescentes de las comunidades que ya empiezan y terminan la jornada escolar más tarde sigan teniendo trabajos después de la escuela demuestra que esta objeción sólo es un problema si el cambio se hace demasiado rápido, sin dar tiempo a los empleadores para adaptarse. Además, un estudio realizado por el Centro de Investigación Aplicada y Mejoramiento Educativo de la Universidad de Minnesota lo confirma, citando a empresarios locales que afirman que ese horario escolar de inicio más tarde no afecta sus negocios ni la cantidad de horas que los estudiantes están disponibles para trabajar.
Los estudiantes que se ven obligados a trabajar muchas horas para ayudar a mantener a sus familias también se ven especialmente perjudicados cuando las clases empiezan demasiado temprano en la mañana. No es nada raro que estos estudiantes tengan que trabajar hasta las 10 u 11 de la noche, lo que hace que les resulte muy difícil despertarse a las 5 o 6 de la mañana para ir a la escuela. El resultado para muchos de estos adolescentes es que no sólo acaban sufriendo una privación crónica del sueño, sino que también tienen muchas más probabilidades de llegar tarde o de faltar a clase que sus compañeros, y a muchos incluso les puede resultar difícil permanecer en la escuela. De hecho, algunos estudios han demostrado que los estudiantes que trabajan muchas horas a la semana duermen mucho menos que sus compañeros. Por ejemplo, en una escuela muy diversa de altas necesidades en el norte de Virginia, los estudiantes que trabajaban 20 horas o más a la semana dormían un promedio de 37 minutos menos por noche escolar que los que no trabajaban.
Por supuesto, cuando las familias dependen realmente de que un estudiante trabaje muchas horas, los sistemas escolares también pueden utilizar exenciones para adaptarse a sus necesidades sin someter a todos los estudiantes a horarios inseguros, insalubres y contraproducentes.
Las escuelas empiezan y terminan a muchas horas diferentes en los Estados Unidos, y en todo el mundo, y las comunidades se adaptan a estos horarios, y no al contrario. Incluso si empezar el día más tarde significa que los estudiantes salgan a las 3 o 3:30 o incluso a las 4 de la tarde, aun así, queda mucho tiempo para trabajar después de la escuela. Muy pocos adolescentes empiezan a trabajar antes de esas horas. La mayoría trabaja en las últimas horas de la tarde, las primeras horas de la noche y los fines de semana, ya sea que la escuela termine a la 1:45 p.m. o a las 4:30 p.m. Incluso los pocos empleadores que aprovechaban las salidas de los estudiantes a las 2 p.m. quizás tengan que cambiar un poco los horarios de trabajo, pero es algo que hacen por necesidad si quieren mantener su fuerza laboral.
El hecho de que los adolescentes de las comunidades que ya empiezan y terminan la jornada escolar más tarde sigan teniendo trabajos después de la escuela demuestra que esta objeción sólo es un problema si el cambio se hace demasiado rápido, sin dar tiempo a los empleadores para adaptarse. Además, un estudio realizado por el Centro de Investigación Aplicada y Mejoramiento Educativo de la Universidad de Minnesota lo confirma, citando a empresarios locales que afirman que ese horario escolar de inicio más tarde no afecta sus negocios ni la cantidad de horas que los estudiantes están disponibles para trabajar.
Los estudiantes que se ven obligados a trabajar muchas horas para ayudar a mantener a sus familias también se ven especialmente perjudicados cuando las clases empiezan demasiado temprano en la mañana. No es nada raro que estos estudiantes tengan que trabajar hasta las 10 u 11 de la noche, lo que hace que les resulte muy difícil despertarse a las 5 o 6 de la mañana para ir a la escuela. El resultado para muchos de estos adolescentes es que no sólo acaban sufriendo una privación crónica del sueño, sino que también tienen muchas más probabilidades de llegar tarde o de faltar a clase que sus compañeros, y a muchos incluso les puede resultar difícil permanecer en la escuela. De hecho, algunos estudios han demostrado que los estudiantes que trabajan muchas horas a la semana duermen mucho menos que sus compañeros. Por ejemplo, en una escuela muy diversa de altas necesidades en el norte de Virginia, los estudiantes que trabajaban 20 horas o más a la semana dormían un promedio de 37 minutos menos por noche escolar que los que no trabajaban.
Por supuesto, cuando las familias dependen realmente de que un estudiante trabaje muchas horas, los sistemas escolares también pueden utilizar exenciones para adaptarse a sus necesidades sin someter a todos los estudiantes a horarios inseguros, insalubres y contraproducentes.
AUNQUE LAS ESCUELAS LOCALES FIJAN LOS HORARIOS INDIVIDUALES, LAS NORMAS ESTATALES O FEDERALES PUEDEN GARANTIZAR QUE SEAN SEGUROS Y SALUDABLES
Muchos aspectos de la política escolar están regulados por el gobierno estatal y federal, especialmente cuando los sistemas escolares locales no pueden o no quieren establecer políticas para proteger los derechos básicos, incluyendo los derechos a la salud, a la seguridad y a la educación. Esto se ha demostrado en el caso de los horarios de inicio de las clases desde la década de 1990.
Se deben establecer horarios escolares específicos a nivel local que reflejen la demografía, la topografía, los valores y los presupuestos específicos. Sin embargo, establecer un mínimo básico a partir del cual las escuelas no deben comenzar la enseñanza obligatoria es tan fundamental como exigir a las escuelas que enciendan la calefacción cuando la temperatura desciende por debajo de un determinado nivel. La idea de establecer un estándar mínimo es simplemente proporcionar un límite para proteger a los niños de ser forzados a cumplir con horarios de inicio de clases que impactan negativamente su salud y seguridad. Independientemente de que dicho mínimo se establezca mediante una ley, un reglamento o una directriz, y de que, en última instancia, se establezca a nivel federal, estatal o incluso local, es necesario establecerlo para proteger a los niños.
Empezar las clases más tarde, en un horario seguro y saludable, es universalmente beneficioso para todos los niños. Esto va en la misma línea que las leyes sobre el trabajo infantil y las leyes sobre las sillas de seguridad para niños.
Los Estados Unidos tienen una larga historia de reconocimiento de la protección de la salud y la seguridad como una función esencial del gobierno, y a lo largo de los años muchas medidas para proteger a las personas de los daños que originalmente se consideraban demasiado intrusivas o equivocadas se aceptan ahora como esenciales. Se han promulgado muchas disposiciones judiciales federales para garantizar unos niveles mínimos de salud y seguridad para todos los niños. Algunos ejemplos de estos son:
El número de leyes estatales para proteger la salud y la seguridad de los niños es aún mayor, incluyendo las leyes para reducir el sodio en los alimentos, la protección contra las lesiones cerebrales traumáticas relacionadas con el deporte y la prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol. El establecimiento de directrices sobre el horario de las clases tampoco anula el "control local" de las escuelas. De hecho, los estados ya regulan el número de días al año que los estudiantes deben asistir a la escuela, cuántas horas al día deben estar en clase, e incluso las fechas de inicio y finalización del año escolar.
Debido a que muchos distritos escolares locales tienen conflictos de intereses, como la reducción de gastos, la política y la logística, no siempre han puesto la seguridad y el bienestar de los niños como prioridad máxima. Por ello, una disposición federal o una reglamentación relacionada es una forma sensata y sin precedentes de preservar la salud, la seguridad y el bienestar de todos los niños.
Muchos aspectos de la política escolar están regulados por el gobierno estatal y federal, especialmente cuando los sistemas escolares locales no pueden o no quieren establecer políticas para proteger los derechos básicos, incluyendo los derechos a la salud, a la seguridad y a la educación. Esto se ha demostrado en el caso de los horarios de inicio de las clases desde la década de 1990.
Se deben establecer horarios escolares específicos a nivel local que reflejen la demografía, la topografía, los valores y los presupuestos específicos. Sin embargo, establecer un mínimo básico a partir del cual las escuelas no deben comenzar la enseñanza obligatoria es tan fundamental como exigir a las escuelas que enciendan la calefacción cuando la temperatura desciende por debajo de un determinado nivel. La idea de establecer un estándar mínimo es simplemente proporcionar un límite para proteger a los niños de ser forzados a cumplir con horarios de inicio de clases que impactan negativamente su salud y seguridad. Independientemente de que dicho mínimo se establezca mediante una ley, un reglamento o una directriz, y de que, en última instancia, se establezca a nivel federal, estatal o incluso local, es necesario establecerlo para proteger a los niños.
Empezar las clases más tarde, en un horario seguro y saludable, es universalmente beneficioso para todos los niños. Esto va en la misma línea que las leyes sobre el trabajo infantil y las leyes sobre las sillas de seguridad para niños.
Los Estados Unidos tienen una larga historia de reconocimiento de la protección de la salud y la seguridad como una función esencial del gobierno, y a lo largo de los años muchas medidas para proteger a las personas de los daños que originalmente se consideraban demasiado intrusivas o equivocadas se aceptan ahora como esenciales. Se han promulgado muchas disposiciones judiciales federales para garantizar unos niveles mínimos de salud y seguridad para todos los niños. Algunos ejemplos de estos son:
- Normas federales de nutrición para las comidas escolares
- Políticas de bienestar escolar por disposición federal
- Escuelas libres de armas / tolerancia cero
- Sillas de seguridad para niños aprobadas por el gobierno federal
- Ley de control de la contaminación por plomo de 1988
El número de leyes estatales para proteger la salud y la seguridad de los niños es aún mayor, incluyendo las leyes para reducir el sodio en los alimentos, la protección contra las lesiones cerebrales traumáticas relacionadas con el deporte y la prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol. El establecimiento de directrices sobre el horario de las clases tampoco anula el "control local" de las escuelas. De hecho, los estados ya regulan el número de días al año que los estudiantes deben asistir a la escuela, cuántas horas al día deben estar en clase, e incluso las fechas de inicio y finalización del año escolar.
Debido a que muchos distritos escolares locales tienen conflictos de intereses, como la reducción de gastos, la política y la logística, no siempre han puesto la seguridad y el bienestar de los niños como prioridad máxima. Por ello, una disposición federal o una reglamentación relacionada es una forma sensata y sin precedentes de preservar la salud, la seguridad y el bienestar de todos los niños.
LAS ESCUELAS ANTES DE LOS AÑOS 70 Y 80 NO EMPEZABAN TAN TEMPRANO en LA MAÑANA
Prevalece la idea de que los niños deberían poder despertarse y empezar las clases más temprano porque los agricultores se levantaban temprano y los niños de antes recorrían largas distancias para ir a la escuela y porque las generaciones anteriores experimentaron dificultades extremas y sobrevivieron.
En el caso de los agricultores, si bien se levantaban al amanecer para realizar el trabajo, también tenían largos períodos de descanso durante el día y durante la temporada de invierno, cuando la tierra descansaba. Además, los agricultores no tenían los requisitos de deberes, deportes y actividades extraescolares, además de un número mínimo de horas de instrucción que se espera que tengan los niños de hoy en día para acceder a la universidad y competir por un empleo remunerado.
Según el Centro Nacional de Investigación para la Mujer y la Familia (NRC), la mayoría de las escuelas de los años 50 y 60 empezaban entre las 8:30 y las 9:00 de la mañana. Los inicios extremadamente tempranos a las 7:00 de la mañana fueron el resultado directo del escalonamiento de las horas de inicio de las escuelas secundarias, medias y primarias con el fin de utilizar menos autobuses y conductores. Pretender que los niños se adapten a las exigencias de levantarse más temprano porque es lo que siempre se ha hecho es equivalente a pretender que los niños beban leche adulterada o monten en bicicleta sin casco porque es lo que hacían en el pasado.
Otra falacia es que las condiciones actuales son precisamente las del pasado. Sí, muchos niños aún van a pie a la escuela, pero hoy en día a menudo se camina en la oscuridad y hay que enfrentarse a condiciones de mucho tráfico y a límites de velocidad locales más altos que no existían en los años 60 y antes.
Por último, la mentalidad de "eso es suficiente para nosotros" se opone al sueño de todo padre de dar a sus hijos un futuro mejor. Los agricultores trabajaron la tierra y muchos padres se sacrificaron para que sus hijos tuvieran la oportunidad de ir a la universidad y tener un futuro mejor. La mayoría de los padres no quieren que sus hijos se limiten a sobrevivir. Trabajan duro y educan a sus hijos para que puedan prosperar. Aunque hay diferencias de opinión sobre cómo lo consiguen los padres, las investigaciones son claras: "los horarios escolares de inicio de clases temprano pueden socavar la capacidad de los adolescentes para aprender, conducir con seguridad y llevarse bien con los demás. Incluso pueden aumentar la probabilidad de fumar, el abuso de drogas y el embarazo adolescente". La NRC recuerda que el hecho de que podamos hacer algo no significa que debamos hacerlo.
Los hechos son claros: nosotros NO HICIMOS ESTO (ir a la escuela tan temprano), y no estamos "bien".
Prevalece la idea de que los niños deberían poder despertarse y empezar las clases más temprano porque los agricultores se levantaban temprano y los niños de antes recorrían largas distancias para ir a la escuela y porque las generaciones anteriores experimentaron dificultades extremas y sobrevivieron.
En el caso de los agricultores, si bien se levantaban al amanecer para realizar el trabajo, también tenían largos períodos de descanso durante el día y durante la temporada de invierno, cuando la tierra descansaba. Además, los agricultores no tenían los requisitos de deberes, deportes y actividades extraescolares, además de un número mínimo de horas de instrucción que se espera que tengan los niños de hoy en día para acceder a la universidad y competir por un empleo remunerado.
Según el Centro Nacional de Investigación para la Mujer y la Familia (NRC), la mayoría de las escuelas de los años 50 y 60 empezaban entre las 8:30 y las 9:00 de la mañana. Los inicios extremadamente tempranos a las 7:00 de la mañana fueron el resultado directo del escalonamiento de las horas de inicio de las escuelas secundarias, medias y primarias con el fin de utilizar menos autobuses y conductores. Pretender que los niños se adapten a las exigencias de levantarse más temprano porque es lo que siempre se ha hecho es equivalente a pretender que los niños beban leche adulterada o monten en bicicleta sin casco porque es lo que hacían en el pasado.
Otra falacia es que las condiciones actuales son precisamente las del pasado. Sí, muchos niños aún van a pie a la escuela, pero hoy en día a menudo se camina en la oscuridad y hay que enfrentarse a condiciones de mucho tráfico y a límites de velocidad locales más altos que no existían en los años 60 y antes.
Por último, la mentalidad de "eso es suficiente para nosotros" se opone al sueño de todo padre de dar a sus hijos un futuro mejor. Los agricultores trabajaron la tierra y muchos padres se sacrificaron para que sus hijos tuvieran la oportunidad de ir a la universidad y tener un futuro mejor. La mayoría de los padres no quieren que sus hijos se limiten a sobrevivir. Trabajan duro y educan a sus hijos para que puedan prosperar. Aunque hay diferencias de opinión sobre cómo lo consiguen los padres, las investigaciones son claras: "los horarios escolares de inicio de clases temprano pueden socavar la capacidad de los adolescentes para aprender, conducir con seguridad y llevarse bien con los demás. Incluso pueden aumentar la probabilidad de fumar, el abuso de drogas y el embarazo adolescente". La NRC recuerda que el hecho de que podamos hacer algo no significa que debamos hacerlo.
Los hechos son claros: nosotros NO HICIMOS ESTO (ir a la escuela tan temprano), y no estamos "bien".
LOS HORARIOS DE INICIO DE CLASES MÁS TARDE NO SON PEORES PARA LOS PADRES QUE TRABAJAN QUE LOS HORARIOS ACTUALES.
Por cada familia preocupada por el hecho de que una hora de inicio más tarde perjudique su trabajo, hay una que se ve perjudicada ahora mismo por las horas de inicio más temprano.
Hasta que los horarios escolares y laborales estén perfectamente alineados, algunas familias van a encontrar esos horarios problemáticos. Normalmente hay soluciones a estos problemas, ya sea una guardería privada, un servicio de atención antes y después de la escuela o un horario de trabajo flexible. En cualquier caso, cambiar el horario de inicio de la escuela media o secundaria a las 8 de la mañana o más tarde no es la causa de estos problemas y, de hecho, resuelve tantos problemas como parece causar.
Además, es importante recordar que, por lo general, estamos hablando de empezar la escuela media y secundaria más tarde. Los niños en cuestión tienen entre 12 y 18 años y, por lo general, no necesitan el mismo tipo de supervisión de los padres para llegar a la escuela que la que requieren los niños más pequeños. El hecho de que los padres preocupados por la falta de supervisión defiendan los horarios de inicio de las 7 de la mañana, que van de la mano con los horarios de salida de las 2 de la tarde, o que defiendan los horarios de inicio de las 7 de la mañana para los adolescentes pero acepten los horarios de inicio de las 9:15 de la mañana para los niños de grado primero, sugiere que la verdadera preocupación no es el cuidado de los niños o el trabajo.
Incluso la preocupación por ir en su vehículo al trabajo en las horas de mayor afluencia se basa en especulaciones totalmente infundadas, no sólo porque las diferentes familias tienen horarios distintos, sino porque los propios patrones de tráfico se ven afectados no sólo por los horarios escolares, sino por los complejos ajustes que las comunidades hacen de ellos. En muchas comunidades son los propios autobuses escolares -y la gente que lleva a sus hijos a la escuela, en parte para evitar los horarios más temprano- los que generan la mayor parte del tráfico. Si los horarios escolares cambian, también lo harán los patrones de tráfico, por lo cual es difícil decir de antemano cómo se relaciona una hora de inicio de clases específica con la "hora de mayor afluencia". Las predicciones son especialmente complicadas dado que en muchas comunidades el número de pasajeros de los autobuses escolares es bajo para los estudiantes de secundaria que deciden conducir ellos mismos o sus amigos para evitar esas horas de mayor afluencia. Es totalmente posible que, cuando el horario escolar inicie más tarde, aumente el número de pasajeros de los autobuses lo que reduciría en gran medida el tráfico. Esto es una especulación, pero también lo son los temores a los embotellamientos si las escuelas cambian de horario de alguna manera.
Por cada familia preocupada por el hecho de que una hora de inicio más tarde perjudique su trabajo, hay una que se ve perjudicada ahora mismo por las horas de inicio más temprano.
- Piense en el maestro de secundaria que tiene que estar en el trabajo a las 6:30 a.m., pero que sus hijos de primaria no entran a la escuela hasta las 9 o 9:30 de la mañana.
- Piense en todos los niños que regresan a casa a primera hora de la tarde a casas vacías porque los padres no vuelven del trabajo hasta las 5:30 o 6:00 p.m.
- Piense en los padres que no pueden trabajar en absoluto debido al escaso margen de tiempo que hay entre que el niño más pequeño va a clase y el mayor vuelve a casa. Un adolescente que va a sus clases entre las 7:00 y las 2 de la tarde, un niño de la escuela media entre las 8:00 y las 2:30 de la tarde, y un niño de la escuela primaria entre las 9:15 y las 3:15 de la tarde, esto significa que para cuando todos los niños están a salvo en clase, el mayor ya está listo para volver a casa.
Hasta que los horarios escolares y laborales estén perfectamente alineados, algunas familias van a encontrar esos horarios problemáticos. Normalmente hay soluciones a estos problemas, ya sea una guardería privada, un servicio de atención antes y después de la escuela o un horario de trabajo flexible. En cualquier caso, cambiar el horario de inicio de la escuela media o secundaria a las 8 de la mañana o más tarde no es la causa de estos problemas y, de hecho, resuelve tantos problemas como parece causar.
Además, es importante recordar que, por lo general, estamos hablando de empezar la escuela media y secundaria más tarde. Los niños en cuestión tienen entre 12 y 18 años y, por lo general, no necesitan el mismo tipo de supervisión de los padres para llegar a la escuela que la que requieren los niños más pequeños. El hecho de que los padres preocupados por la falta de supervisión defiendan los horarios de inicio de las 7 de la mañana, que van de la mano con los horarios de salida de las 2 de la tarde, o que defiendan los horarios de inicio de las 7 de la mañana para los adolescentes pero acepten los horarios de inicio de las 9:15 de la mañana para los niños de grado primero, sugiere que la verdadera preocupación no es el cuidado de los niños o el trabajo.
Incluso la preocupación por ir en su vehículo al trabajo en las horas de mayor afluencia se basa en especulaciones totalmente infundadas, no sólo porque las diferentes familias tienen horarios distintos, sino porque los propios patrones de tráfico se ven afectados no sólo por los horarios escolares, sino por los complejos ajustes que las comunidades hacen de ellos. En muchas comunidades son los propios autobuses escolares -y la gente que lleva a sus hijos a la escuela, en parte para evitar los horarios más temprano- los que generan la mayor parte del tráfico. Si los horarios escolares cambian, también lo harán los patrones de tráfico, por lo cual es difícil decir de antemano cómo se relaciona una hora de inicio de clases específica con la "hora de mayor afluencia". Las predicciones son especialmente complicadas dado que en muchas comunidades el número de pasajeros de los autobuses escolares es bajo para los estudiantes de secundaria que deciden conducir ellos mismos o sus amigos para evitar esas horas de mayor afluencia. Es totalmente posible que, cuando el horario escolar inicie más tarde, aumente el número de pasajeros de los autobuses lo que reduciría en gran medida el tráfico. Esto es una especulación, pero también lo son los temores a los embotellamientos si las escuelas cambian de horario de alguna manera.
EL HORARIO DE INICIO DE LA ESCUELA INVOLUCRA MUCHO MÁS QUE BUENAS CALIFICACIONES
En los distritos escolares de alto rendimiento, los administradores se pueden preguntar si vale la pena hacer un cambio por una mejora insignificante en las calificaciones. Los estudiantes de las escuelas que empiezan temprano y que tienen un alto promedio de calificaciones es posible que lo logren sacrificando su salud. Su calidad de vida, incluyendo la privación del sueño, hace que tengan más problemas de salud a cambio de obtener buenas notas.
También existe la presión del engaño desenfrenado que se da en los distritos escolares de alto rendimiento y los estudiantes de secundaria que no están a la altura pueden hacer trampa, autolesionarse o tener una serie de problemas de salud, entre ellos la depresión.
Así que, aparentemente, en una escuela secundaria de alto rendimiento, todo "parece estar bien", pero a menudo no lo está. Es demasiado fácil ver el buen rendimiento que enmascara todo lo demás.
El sueño no saludable, agravado por los horarios de inicio de clases demasiado temprano, es un problema de salud pública. Incluso si retrasar el horario de inicio de las clases no tuviera ningún impacto en las calificaciones, los resultados de los exámenes, el aprendizaje o el rendimiento escolar (¡que sí lo tiene!), valdría la pena hacer el cambio por las mejoras en los beneficios para la salud y la reducción comprobada de los problemas de comportamiento, las conductas de riesgo, los accidentes de tráfico y la disminución de las ideas suicidas.
Los horarios de inicio de clases temprano no son simplemente un problema de rendimiento académico. Son un problema de salud pública.
En los distritos escolares de alto rendimiento, los administradores se pueden preguntar si vale la pena hacer un cambio por una mejora insignificante en las calificaciones. Los estudiantes de las escuelas que empiezan temprano y que tienen un alto promedio de calificaciones es posible que lo logren sacrificando su salud. Su calidad de vida, incluyendo la privación del sueño, hace que tengan más problemas de salud a cambio de obtener buenas notas.
También existe la presión del engaño desenfrenado que se da en los distritos escolares de alto rendimiento y los estudiantes de secundaria que no están a la altura pueden hacer trampa, autolesionarse o tener una serie de problemas de salud, entre ellos la depresión.
Así que, aparentemente, en una escuela secundaria de alto rendimiento, todo "parece estar bien", pero a menudo no lo está. Es demasiado fácil ver el buen rendimiento que enmascara todo lo demás.
El sueño no saludable, agravado por los horarios de inicio de clases demasiado temprano, es un problema de salud pública. Incluso si retrasar el horario de inicio de las clases no tuviera ningún impacto en las calificaciones, los resultados de los exámenes, el aprendizaje o el rendimiento escolar (¡que sí lo tiene!), valdría la pena hacer el cambio por las mejoras en los beneficios para la salud y la reducción comprobada de los problemas de comportamiento, las conductas de riesgo, los accidentes de tráfico y la disminución de las ideas suicidas.
Los horarios de inicio de clases temprano no son simplemente un problema de rendimiento académico. Son un problema de salud pública.
LA VIDA DE LA COMUNIDAD (INCLUYENDO EL CUIDADO DE LOS NIÑOS) SE AJUSTA AL HORARIO ESCOLAR
Cuando las escuelas cambian de horario, también lo hacen los horarios de otras partes de la vida de la comunidad, como los horarios de las guarderías, los programas después de la escuela e incluso los patrones de tráfico. Por lo tanto, asumir que el hecho de que la escuela comience o termine a una hora diferente destruirá algún horario actual es un error. De hecho, sabemos que la vida de la comunidad se adapta a los horarios escolares, sean cuales sean, gracias a las miles de escuelas que cambian el horario de inicio de las clases, lo que hacen con frecuencia, antes y después, por todo tipo de razones. También tenemos pruebas de cientos de distritos que han retrasado el horario de inicio de clases en las escuelas secundarias, así como de otros distritos que nunca han empezado tan temprano, y que asuntos como el cuidado de los niños y los horarios de las prácticas y de los trabajos después de la escuela cambian para adaptarse al horario escolar por necesidad. A veces incluso cambian de forma positiva cuando las partes interesadas se reúnen para considerar si las ofertas actuales de guardería o los horarios deportivos son realmente ideales o incluso aceptables.
Los temores de que el inicio de la escuela secundaria más tarde pueda perjudicar a las familias trabajadoras y/o socioeconómicamente desfavorecidas al eliminar la mano de obra de las niñeras adolescentes, por ejemplo, se basan en una serie de suposiciones erróneas e ideas equivocadas sobre la relación entre el horario escolar y la vida de la comunidad, así como en la falta de pruebas de que se trate de un patrón común, necesario o deseable. Tengamos en cuenta lo siguiente:
Cuando las escuelas cambian de horario, también lo hacen los horarios de otras partes de la vida de la comunidad, como los horarios de las guarderías, los programas después de la escuela e incluso los patrones de tráfico. Por lo tanto, asumir que el hecho de que la escuela comience o termine a una hora diferente destruirá algún horario actual es un error. De hecho, sabemos que la vida de la comunidad se adapta a los horarios escolares, sean cuales sean, gracias a las miles de escuelas que cambian el horario de inicio de las clases, lo que hacen con frecuencia, antes y después, por todo tipo de razones. También tenemos pruebas de cientos de distritos que han retrasado el horario de inicio de clases en las escuelas secundarias, así como de otros distritos que nunca han empezado tan temprano, y que asuntos como el cuidado de los niños y los horarios de las prácticas y de los trabajos después de la escuela cambian para adaptarse al horario escolar por necesidad. A veces incluso cambian de forma positiva cuando las partes interesadas se reúnen para considerar si las ofertas actuales de guardería o los horarios deportivos son realmente ideales o incluso aceptables.
Los temores de que el inicio de la escuela secundaria más tarde pueda perjudicar a las familias trabajadoras y/o socioeconómicamente desfavorecidas al eliminar la mano de obra de las niñeras adolescentes, por ejemplo, se basan en una serie de suposiciones erróneas e ideas equivocadas sobre la relación entre el horario escolar y la vida de la comunidad, así como en la falta de pruebas de que se trate de un patrón común, necesario o deseable. Tengamos en cuenta lo siguiente:
- Con frecuencia se afirma que las familias recurren a los adolescentes para que cuiden a los niños más pequeños sin que haya muchas pruebas de que esto sea una tendencia importante en la comunidad, o sin tener en cuenta que esto puede ser lo que hacen algunas familias, pero no es la única forma de ocuparse del cuidado de los niños. De hecho, dado que ahora mismo ningún horario escolar coincide con todos los horarios de trabajo de los padres (o, en realidad, de cualquier padre), estos ajustes ya se están llevando a cabo, simplemente no nos damos cuenta de lo que hacemos ahora, sino que nos preocupamos por lo que PODRÍA pasar si cambiamos las cosas.
- Afortunadamente, la experiencia de cientos de distritos que han retrasado la hora de inicio de las escuelas secundarias -así como la de muchos otros distritos que nunca han adelantado la hora de inicio de las escuelas secundarias tan temprano- demuestra inevitablemente que la vida de la comunidad se adapta a los horarios escolares, y no al revés. Cuando los horarios escolares se modifican, los parques y servicios recreativos locales, las guarderías escolares y las guarderías privadas entran en acción para llenar el vacío.
- Recuerde también que, en la actualidad, las mismas familias que dependen de los adolescentes para cuidar a los niños después de la escuela suelen tener dificultades para encontrar un servicio de guardería ANTES de la escuela.
- El argumento de que muchas familias se apoyan en los adolescentes no tiene en cuenta lo que estas familias hacían cuando esos mismos adolescentes eran sus hijos mayores. Está claro que hay muchas estructuras familiares, horarios de trabajo y necesidades. Esa no es una razón suficiente para privar del sueño a toda una población adolescente.
- Hay que tener en cuenta que las mismas familias que cuentan con adolescentes después de la escuela para cuidar a sus hijos tienen que encontrar alguna otra forma de atención a los niños ANTES de la escuela, porque con frecuencia las escuelas primarias comienzan a las 9 de la mañana o incluso más tarde. Si las escuelas secundarias se quedaran con el horario de inicio de las 9 de la mañana, el problema se trasladaría al cuidado de los niños después de la escuela, pero en última instancia, las familias se ven obligadas a encontrar otra forma de cuidado de los niños que no sea la de los adolescentes.
- Tenga en cuenta también que los hijos de familias pobres, de minorías y de otros grupos socioeconómicos desfavorecidos ya sufren de manera desproporcionada la falta de sueño y que el cambio a horarios de inicio más tarde en la escuela media y secundaria beneficia de manera desproporcionada a los estudiantes de la escuela media y secundaria de estas mismas familias.
- Los adolescentes también están creciendo y desarrollándose, y es irresponsable que las comunidades les den responsabilidades laborales que amenazan su salud, seguridad y bienestar.
EL HORARIO DE ENTRADA A LA ESCUELA ES UNA CUESTIÓN DE JUSTICIA SOCIAL
Décadas de evidencias demuestran que el statu quo de los horarios de inicio temprano de la escuela secundaria perjudica más a los niños desfavorecidos. De hecho, ahora sabemos que el inicio temprano de las clases es una cuestión de justicia social: no solo los estudiantes de grupos socioeconómicos desfavorecidos y las minorías experimentan problemas de sueño desproporcionadamente mayores, sino que está demostrado que un horario de inicio de clases adecuado reduce las diferencias de desempeño y las disparidades de salud. Con el statu quo, por ejemplo, los adolescentes desfavorecidos suelen tener que realizar largas caminatas o viajes en autobús para ir a la escuela, por lo que tienen que levantarse aún más temprano que sus compañeros más privilegiados, y si llegan tarde pueden perder el desayuno proporcionado por la escuela. Las familias inmigrantes tienen menos posibilidades de conseguir el horario de 8 a 5 de los trabajadores de oficina, y es más probable que tengan que trabajar en turnos muy temprano, turnos en la tarde hasta media noche o turnos muy tarde en la noche. Un niño de una familia desfavorecida que pierde el autobús quizás no tenga forma de llegar a la escuela y termine con un historial de llegadas tarde o de absentismo escolar, mientras que un niño más privilegiado puede tener su propio vehículo, un medio de transporte para ir a la escuela y unos padres que saben cómo redactar "excusas" sin penalización por las llegadas tarde y las ausencias. Los niños con mayores recursos también tienen la opción de obtener ayuda profesional para los problemas de sueño y los problemas psicológicos o de salud relacionados, así como mejores opciones para asistir a escuelas alternativas con horarios más saludables.
Nada de esto quiere decir que muchas familias, incluyendo la mayoría de las de los Estados Unidos, se enfrenten a graves problemas, o que el cambio de horario de inicio de las clases no suponga un reto único para los niños y las familias más desfavorecidas. Pero aquí es importante recordar que esos mismos niños y familias están siendo perjudicados ahora mismo por no hacer nada. Simplemente porque sea necesario hacer ajustes no es una excusa para seguir haciendo daño, ni tampoco para privar de sueño a toda una población. La única manera racional y comprobada de determinar los horarios de inicio de las clases es hacer lo más conveniente para los chicos, y no existe ninguna duda respecto a que empezar la escuela más tarde es lo mejor para ellos, sobre todo para los más desfavorecidos, por los que justamente nos preocupamos.
Décadas de evidencias demuestran que el statu quo de los horarios de inicio temprano de la escuela secundaria perjudica más a los niños desfavorecidos. De hecho, ahora sabemos que el inicio temprano de las clases es una cuestión de justicia social: no solo los estudiantes de grupos socioeconómicos desfavorecidos y las minorías experimentan problemas de sueño desproporcionadamente mayores, sino que está demostrado que un horario de inicio de clases adecuado reduce las diferencias de desempeño y las disparidades de salud. Con el statu quo, por ejemplo, los adolescentes desfavorecidos suelen tener que realizar largas caminatas o viajes en autobús para ir a la escuela, por lo que tienen que levantarse aún más temprano que sus compañeros más privilegiados, y si llegan tarde pueden perder el desayuno proporcionado por la escuela. Las familias inmigrantes tienen menos posibilidades de conseguir el horario de 8 a 5 de los trabajadores de oficina, y es más probable que tengan que trabajar en turnos muy temprano, turnos en la tarde hasta media noche o turnos muy tarde en la noche. Un niño de una familia desfavorecida que pierde el autobús quizás no tenga forma de llegar a la escuela y termine con un historial de llegadas tarde o de absentismo escolar, mientras que un niño más privilegiado puede tener su propio vehículo, un medio de transporte para ir a la escuela y unos padres que saben cómo redactar "excusas" sin penalización por las llegadas tarde y las ausencias. Los niños con mayores recursos también tienen la opción de obtener ayuda profesional para los problemas de sueño y los problemas psicológicos o de salud relacionados, así como mejores opciones para asistir a escuelas alternativas con horarios más saludables.
Nada de esto quiere decir que muchas familias, incluyendo la mayoría de las de los Estados Unidos, se enfrenten a graves problemas, o que el cambio de horario de inicio de las clases no suponga un reto único para los niños y las familias más desfavorecidas. Pero aquí es importante recordar que esos mismos niños y familias están siendo perjudicados ahora mismo por no hacer nada. Simplemente porque sea necesario hacer ajustes no es una excusa para seguir haciendo daño, ni tampoco para privar de sueño a toda una población. La única manera racional y comprobada de determinar los horarios de inicio de las clases es hacer lo más conveniente para los chicos, y no existe ninguna duda respecto a que empezar la escuela más tarde es lo mejor para ellos, sobre todo para los más desfavorecidos, por los que justamente nos preocupamos.
¿EXISTE UNA LISTA DE CUÁNTOS DISTRITOS ESCOLARES HAN CAMBIADO LOS HORARIOS DE INICIO DE LAS CLASES?
La recopilación de datos sobre los horarios de inicio de las clases no es una cuestión sencilla. Aquí profundizamos acerca de los retos al respecto.
La recopilación de datos sobre los horarios de inicio de las clases no es una cuestión sencilla. Aquí profundizamos acerca de los retos al respecto.